MUJERES
CON GUITARRA
Hay muchas mujeres
lapidadas a lo largo
de la historia.
Su vida fue de jaurías y
de toros rabiosos
de sangre alzada
de mordeduras largas.
Mujeres que le devolvieron
al mundo
la embestida,
que se inmolaron o
tuvieron que matar
para seguir viviendo,
esas que en las horas más
oscuras
roturaron el campo con sus
uñas
para que vos y yo pasemos.
Hondas mujeres
que quizás una lenta
madrugada
marcharon al fuego o a la
horca
por cosas tales como
desordenar
el orden público
por inventar una nueva
manera de descifrar
la vida por tener voz
o por infieles
o ateas.
Ellas ya no están. Sus
cabezas reposan
sobre un siglo o dos. Sus
ojos
ya no existen.
Pero de ellas perdura una
hebra sutil
un hilo ciego que sin
saberlo
nos hace crecer y
despertarnos en la noche
con unas ganas inmensas de
vivir
de derribar todos los
muros
de desafiar todas las
hogueras
así como de amar y de
pulsar
todas
toditas las guitarras de
la tierra.
Ana
Ilce Gómez,
Poesía
reunida,
2018.
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