PREFIJACIÓN
Nos encontramos en la edad de los prefijos.
Los lexemas son mi hechizo en la fogata.
Al conformar las palabras letra a letra, me parece
que estoy a punto de parir un meteorito:
deconstruir, desaprender, desamar, desadueñar.
Cada vocablo es un clavo y tiene su música.
Es preciso soplar sin perder el ritmo
para traer al mundo a estas criaturas:
recomponer, renombrar, reflorecer, reencontrar.
El código de la piel ha cumplido su período de prescripción.
La metamorfosis llena su cántaro en la lengua.
Para Mari Luz Esteban
MIREN AGUR MEABE, Cómo guardar ceniza en el pecho, Batleby, 2021
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