lunes, 21 de diciembre de 2020

Número 10 de la revista "Ilíberis Letra a letra"

 Ya podéis disfrutar del número 10 de la revista de nuestro centro "Ilíberis Letra a letra" pinchando en la imagen.

Enhorabuena, de nuevo, a su director y editor José María Tintoré y a todos/as los colaboradores.

Feliz descanso a todos/as y, cómo no,
 ¡felices lecturas!


La Puerta de la Poesía: "Balada triste", de Federico García Lorca (en Libro de poemas, 1921)

 

Balada triste




¡Mi corazón es una mariposa,
niños buenos del prado!,
que presa por la araña gris del tiempo
tiene el polen fatal del desengaño.

De niño yo canté como vosotros,
niños buenos del prado,
solté mi gavilán con las temibles
cuatro uñas de gato.

Pasé por el jardín de Cartagena
la verbena invocando
y perdí la sortija de mi dicha
al pasar el arroyo imaginario.

Fui también caballero
una tarde fresquita de mayo.
Ella era entonces para mí el enigma,
estrella azul sobre mi pecho intacto.
Cabalgué lentamente hacia los cielos.
Era un domingo de pipirigallo.
Y vi que en vez de rosas y claveles
ella tronchaba lirios con sus manos.

Yo siempre fui intranquilo,
niños buenos del prado.
el ella del romance me sumía
en ensoñares claros:
¿quién será la que coge los claveles
y las rosas de mayo?
¿Y por qué la verán sólo los niños
a lomos de Pegaso?
¿Será esa misma la que en los rondones
con tristeza llamamos
estrella, suplicándole que salga
a danzar por el campo…?

En abril de mi infancia yo cantaba,
niños buenos del prado,
la ella impenetrable del romance
donde sale Pegaso.
Yo decía en las noches la tristeza
de mi amor ignorado,
y la luna lunera, ¡qué sonrisa
ponía entre sus labios!
¿Quién será la que corta los claveles
y las rosas de mayo?

Y de aquella chiquilla, tan bonita,
que su madre ha casado,
¿en qué oculto rincón de cementerio
dormirá su fracaso?

Yo solo con mi amor desconocido,
sin corazón, sin llantos,
hacia el techo imposible de los cielos
con un gran sol por báculo.

¡Qué tristeza tan seria me da sombra!
Niños buenos del prado,
cómo recuerda dulce el corazón
los días ya lejanos…
¿Quién será la que corta los claveles
y las rosas de mayo?

 

Federico García Lorca

Libro de Poemas, 1921





lunes, 14 de diciembre de 2020

La Puerta de la Poesía: "Retornos del amor recién aparecido", de Rafael Alberti.

 Retornos del amor recién aparecido


Cuando tú apareciste,
penaba yo en la entraña más profunda
de una cueva sin aire y sin salida.
Braceaba en lo oscuro, agonizando,
oyendo un estertor que aleteaba
como el latir de un ave imperceptible.
Sobre mí derramaste tus cabellos
y ascendí al sol y vi que eran la aurora
cubriendo un alto mar en primavera.
Fue como si llegara al más hermoso
puerto del mediodía. Se anegaban
en ti los más lucidos paisajes:
claros, agudos montes coronados
de nieve rosa, fuentes escondidas
en el rizado umbroso de los bosques.

Yo aprendí a descansar sobre tus hombros
y a descender por ríos y laderas,
a entrelazarme en las tendidas ramas
y a hacer del sueño mi más dulce muerte.
Arcos me abriste y mis floridos años
recién subidos a la luz, yacieron
bajo el amor de tu apretada sombra,
sacando el corazón al viento libre
y ajustándolo al verde son del tuyo.
Ya iba a dormir, ya a despertar sabiendo
que no penaba en una cueva oscura,
braceando sin aire y sin salida.

Porque habías al fin aparecido.

Rafael Alberti, Retornos de lo vivo lejano, 1952.





domingo, 13 de diciembre de 2020

La Puerta de la Poesía: "¡Cómo galopa la sangre!", un poema de Concha Méndez.

 

¡Cómo galopa la sangre!


Concha Méndez

¡Cómo galopa la sangre!
¡Qué difícil detenerla
para que nos vaya al paso
cuando vive con tal fuerza!

Le he puesto duros bocados;
la he sujetado las riendas;
hay un viento que me puede
y la clava mil espuelas.
¡Yo no sé con este empuje,
yo no sé a dónde me lleva!











jueves, 10 de diciembre de 2020

La Puerta de la Poesía: "O exercito do bosque", de Manuel Rivas


 

O EXERCITO DO BOSQUE

Préstame, chuvia, as túas palabras

e ti, vento, as ideas tan longas.

Déixame o teu rezo breve, río,

e ti, neve, a cortiza da bidueira.

Acouga ao norte, crepúsculo de musgo.

Pisadas.

Quebra o mundo como asa de garza.

Acúdeme, lóstrego.

Ponte de man, verde espada.

Cúbreme, néboa.



Coidémonos. Vén xente.

                               Manuel Rivas, Mohicania, 1986.


(Traducción de Dolores Vilavedra:

El ejército del bosque

Préstame, lluvia, tus palabras

y tú, viento, las ideas tan largas.

Déjame tu rezo breve, río,

y tú, nieve, la corteza del abedul.

Descansa al norte, crepúsculo de musgo.

Pisadas.

Quiebra el mundo como ala de garza.

Socórreme, relámpago.

Ponte a mano, verde espada.

Cúbreme, niebla.


Guardémonos. Viene gente.

                         Manuel Rivas, El pueblo de la noche, Alfaguara, 1997)