¡Cómo galopa la sangre! ¡Qué difícil detenerla para que nos vaya al paso cuando vive con tal fuerza! Le he puesto duros bocados; la he sujetado las riendas; hay un viento que me puede y la clava mil espuelas. ¡Yo no sé con este empuje, yo no sé a dónde me lleva! |
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