lunes, 21 de diciembre de 2020

Número 10 de la revista "Ilíberis Letra a letra"

 Ya podéis disfrutar del número 10 de la revista de nuestro centro "Ilíberis Letra a letra" pinchando en la imagen.

Enhorabuena, de nuevo, a su director y editor José María Tintoré y a todos/as los colaboradores.

Feliz descanso a todos/as y, cómo no,
 ¡felices lecturas!


La Puerta de la Poesía: "Balada triste", de Federico García Lorca (en Libro de poemas, 1921)

 

Balada triste




¡Mi corazón es una mariposa,
niños buenos del prado!,
que presa por la araña gris del tiempo
tiene el polen fatal del desengaño.

De niño yo canté como vosotros,
niños buenos del prado,
solté mi gavilán con las temibles
cuatro uñas de gato.

Pasé por el jardín de Cartagena
la verbena invocando
y perdí la sortija de mi dicha
al pasar el arroyo imaginario.

Fui también caballero
una tarde fresquita de mayo.
Ella era entonces para mí el enigma,
estrella azul sobre mi pecho intacto.
Cabalgué lentamente hacia los cielos.
Era un domingo de pipirigallo.
Y vi que en vez de rosas y claveles
ella tronchaba lirios con sus manos.

Yo siempre fui intranquilo,
niños buenos del prado.
el ella del romance me sumía
en ensoñares claros:
¿quién será la que coge los claveles
y las rosas de mayo?
¿Y por qué la verán sólo los niños
a lomos de Pegaso?
¿Será esa misma la que en los rondones
con tristeza llamamos
estrella, suplicándole que salga
a danzar por el campo…?

En abril de mi infancia yo cantaba,
niños buenos del prado,
la ella impenetrable del romance
donde sale Pegaso.
Yo decía en las noches la tristeza
de mi amor ignorado,
y la luna lunera, ¡qué sonrisa
ponía entre sus labios!
¿Quién será la que corta los claveles
y las rosas de mayo?

Y de aquella chiquilla, tan bonita,
que su madre ha casado,
¿en qué oculto rincón de cementerio
dormirá su fracaso?

Yo solo con mi amor desconocido,
sin corazón, sin llantos,
hacia el techo imposible de los cielos
con un gran sol por báculo.

¡Qué tristeza tan seria me da sombra!
Niños buenos del prado,
cómo recuerda dulce el corazón
los días ya lejanos…
¿Quién será la que corta los claveles
y las rosas de mayo?

 

Federico García Lorca

Libro de Poemas, 1921





lunes, 14 de diciembre de 2020

La Puerta de la Poesía: "Retornos del amor recién aparecido", de Rafael Alberti.

 Retornos del amor recién aparecido


Cuando tú apareciste,
penaba yo en la entraña más profunda
de una cueva sin aire y sin salida.
Braceaba en lo oscuro, agonizando,
oyendo un estertor que aleteaba
como el latir de un ave imperceptible.
Sobre mí derramaste tus cabellos
y ascendí al sol y vi que eran la aurora
cubriendo un alto mar en primavera.
Fue como si llegara al más hermoso
puerto del mediodía. Se anegaban
en ti los más lucidos paisajes:
claros, agudos montes coronados
de nieve rosa, fuentes escondidas
en el rizado umbroso de los bosques.

Yo aprendí a descansar sobre tus hombros
y a descender por ríos y laderas,
a entrelazarme en las tendidas ramas
y a hacer del sueño mi más dulce muerte.
Arcos me abriste y mis floridos años
recién subidos a la luz, yacieron
bajo el amor de tu apretada sombra,
sacando el corazón al viento libre
y ajustándolo al verde son del tuyo.
Ya iba a dormir, ya a despertar sabiendo
que no penaba en una cueva oscura,
braceando sin aire y sin salida.

Porque habías al fin aparecido.

Rafael Alberti, Retornos de lo vivo lejano, 1952.





domingo, 13 de diciembre de 2020

La Puerta de la Poesía: "¡Cómo galopa la sangre!", un poema de Concha Méndez.

 

¡Cómo galopa la sangre!


Concha Méndez

¡Cómo galopa la sangre!
¡Qué difícil detenerla
para que nos vaya al paso
cuando vive con tal fuerza!

Le he puesto duros bocados;
la he sujetado las riendas;
hay un viento que me puede
y la clava mil espuelas.
¡Yo no sé con este empuje,
yo no sé a dónde me lleva!











jueves, 10 de diciembre de 2020

La Puerta de la Poesía: "O exercito do bosque", de Manuel Rivas


 

O EXERCITO DO BOSQUE

Préstame, chuvia, as túas palabras

e ti, vento, as ideas tan longas.

Déixame o teu rezo breve, río,

e ti, neve, a cortiza da bidueira.

Acouga ao norte, crepúsculo de musgo.

Pisadas.

Quebra o mundo como asa de garza.

Acúdeme, lóstrego.

Ponte de man, verde espada.

Cúbreme, néboa.



Coidémonos. Vén xente.

                               Manuel Rivas, Mohicania, 1986.


(Traducción de Dolores Vilavedra:

El ejército del bosque

Préstame, lluvia, tus palabras

y tú, viento, las ideas tan largas.

Déjame tu rezo breve, río,

y tú, nieve, la corteza del abedul.

Descansa al norte, crepúsculo de musgo.

Pisadas.

Quiebra el mundo como ala de garza.

Socórreme, relámpago.

Ponte a mano, verde espada.

Cúbreme, niebla.


Guardémonos. Viene gente.

                         Manuel Rivas, El pueblo de la noche, Alfaguara, 1997)

lunes, 30 de noviembre de 2020

La Puerta de la Poesía: "Telenovela", un poema de Rosario Castellanos.

 Telenovela


El sitio que dejó vacante Homero,
el centro que ocupaba Scherezade
(o antes de la invención del lenguaje, el lugar
en que se congregaba la gente de la tribu
para escuchar al fuego)
ahora está ocupado por la Gran Caja Idiota.

Los hermanos olvidan sus rencillas
y fraternizan en el mismo sofá; señora y sierva
declaran abolidas diferencias de clase
y ahora son algo más que iguales: cómplices.

La muchacha abandona
el balcón que le sirve de vitrina
para exhibir disponibilidades
y hasta el padre renuncia a la partida
de dominó y pospone
los otros vergonzantes merodeos nocturnos.

Porque aquí, en la pantalla, una enfermera
se enfrenta con la esposa frívola del doctor
y le dicta una cátedra
en que habla de moral profesional
y las interferencias de la vida privada.

Porque una viuda cosa hasta perder la vista
para costear el baile de su hija quinceañera
que se avergüenza de ella y de su sacrificio
y la hace figurar como una criada.

Porque una novia espera al que se fue;
porque una intrigante urde mentiras:
porque se falsifica un testamento;
porque una soltera da un mal paso
y no acierta a ocultar las consecuencias.

Pero también porque la debutante
ahuyenta a todos con su mal aliento.
Porque la lavandera entona una aleluya
en loor del poderoso detergente.
Porque el amor está garantizado
por un desodorante
y una marca especial de cigarrillos
y hay que brindar por él con alguna bebida
que nos hace felices y distintos.

Y hay que comprar, comprar, comprar, comprar.
Porque compra es sinónimo de orgasmo,
porque comprar es igual que beatitud,
porque el que compra se hace semejante a dioses.

No hay en ello herejía.
Porque en la concepción y en la creación del hombre
se usó como elemento la carencia.
Se hizo de él un ser menesteroso,
una criatura a la que le hace falta
lo grande y lo pequeño.

Y el secreto teológico, el murmullo
murmurado al oído del poeta,
la discusión del aula del filósofo
es ahora potestad del publicista.

Como dijimos antes no hay nada malo en ello.
Se está siguiendo un orden natural
y recurriendo a su canal idóneo.

Cuando el programa acaba
la reunión se disuelve.
Cada uno va a su cuarto
mascullando un -apenas- "buenas noches".

Y duerme. Y tiene hermosos sueños prefabricados.

Rosario Castellanos












lunes, 23 de noviembre de 2020

La Puerta de la Poesía: "Aquel verano de mi juventud", de Francisco Brines.

 Aquel verano de mi juventud


Y qué es lo que quedó de aquel viejo verano
en las costas de Grecia?
¿Qué resta en mí del único verano de mi vida?
Si pudiera elegir de todo lo vivido
algún lugar, y el tiempo que lo ata,
su milagrosa compañía me arrastra allí,
en donde ser feliz era la natural razón de estar con vida.

Perdura la experiencia, como un cuarto cerrado de la infancia;
no queda ya el recuerdo de días sucesivos
en esta sucesión mediocre de los años.
Hoy vivo esta carencia,
y apuro del engaño algún rescate
que me permita aún mirar el mundo
con amor necesario;
y así saberme digno del sueño de la vida.

De cuanto fue ventura, de aquel sitio de dicha,
saqueo avaramente
siempre una misma imagen:
sus cabellos movidos por el aire,
y la mirada fija dentro del mar.
Tan sólo ese momento indiferente.
Sellada en él, la vida.

Francisco Brines

Ensayo de una despedida: poesía completa (1960-1997). Tusquets








lunes, 16 de noviembre de 2020

La Puerta de la Poesía: "Oración", de Piedad Bonnet.

 Oración

Para mis días pido,
 
Señor de los naufragios,
 
no agua para la sed, sino la sed,
 
no sueños
 
sino ganas de soñar.
 
Para las noches,
 
toda la oscuridad que sea necesaria
 
para ahogar mi propia oscuridad.

Piedad Bonnet


viernes, 13 de noviembre de 2020

Celia Muñoz gana el concurso nacional de narrativa juvenil "José Manuel Álvarez Gil"


Buenos días:

El IES Ilíberis desea dar la enhorabuena a Celia Muñoz, de 1º de Bachillerato B, que ha resultado ganadora del "Concurso Nacional de Narrativa Joven José Manuel Álvarez Gil", de Estepona.

Aquí os dejamos su relato.


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El sol se pone un día más sobre las altas colinas que delimitan la playa, dándole al cielo ese  característico color rojizo con el que, al rozar el agua, la tinta con su hermoso reflejo. Unos  pasos llaman mi atención con el crujir de la arena. 

Ahí está otra vez. 

Un día más vuelvo a verla, sentada en una de las pequeñas rocas oscuras que salpican la costa.  Me acerco a observarla, pero se aleja ante mi cercanía. No me extraña mucho, el frío del  ambiente se conserva aún en mis olas. 

El cielo se cubre rápidamente de nubes espesas y pronto pequeñas gotas de agua pura  comienzan a caer sobre sobre nosotros. La empapan completamente y en la oscuridad cerrada  de la noche se abraza a sus temblorosas rodillas, los sollozos comienzan a escapar de sus  labios. Mi corazón se encoge al ver las pequeñas lágrimas deslizarse por sus mejillas, lanzando  pequeños destellos con el leve roce de la luz de la luna que comienza a verse de nuevo. 

Decepcionado me pregunto, porque no hacen nada. La miran y la ignoran. Como si no pasara nada, como si ella no fuera nada. Hago un esfuerzo y me estiro un poco, intentando consolarla.  Le rozo los pies con delicadeza, intentando que la tristeza que llena su mirada se desvanezca  ante el brillo de las estrellas. 

Una voz gruesa rompe el cómodo silencio de la noche. Con curiosidad, vuelco mi mirada hacia  la larga extensión blanca de arena, lo veo ahí, corriendo hacia ella entre la oscuridad como si  no hubiese nada más importante para él que encontrarla. 

Vuelvo a mirarla. El miedo destila por sus grandes pupilas y se encoge en sí misma, cubriéndose  el rostro con las rodillas como si eso pudiese protegerla. El movimiento rápido y nervioso de  sus pies me obliga a soltar mi agarre, volviendo a mi lugar. Observo en silencio el desarrollo de  aquella incómoda situación. 

Los gritos furiosos de él rasgan el silencio y ella, entre sollozos angustiados, intenta excusarse.  Los minutos pasan, la situación se torna cada vez más en su contra. 

De repente, una posible solución cruza fugaz mi mente. Es arriesgado, pero podría funcionar.  Con esfuerzo, me alzo en toda mi enorme envergadura. Con un gran estruendo, me abato  sobre ellos, la alejo de allí. Mis aguas la arrastran y la elevan, ignorando por completo los  esfuerzos que hace al intentar liberarse. 

La desplazo y suavemente la recuesto en la orilla contraria, donde sé que no la podrá herir  más. Observo intranquilo como ella reacciona y expulsa la poca agua que había logrado colarse  en sus pulmones. 

Cuando ella vuelve a levantarse, una brusca vibración del agua devuelve mi atención a la otra  orilla. Es él, que en un intento desesperado por alcanzarla, se ha arrojado a mis aguas y  comienza a nadar furiosamente. Pero no lo permitiré otra vez. 

Con un firme movimiento de mi mano, una de mis corrientes más fuertes lo devuelve a la orilla  donde, después de muchos intentos sin resultado alguno, se da por vencido. Con la mirada  baja se aleja, sabiendo que jamás le permitiré volver a alcanzarla.


Celia Muñoz, 1º de Bachillerato de Humanidades.


jueves, 12 de noviembre de 2020

Feria del libro a distancia

Durante la semana del 30 de noviembre al 4 de diciembre se celebrará en nuestro centro la FERIA DEL LIBRO (esta vez, a distancia). Durante esa semana podremos mirar, hablar, recomendarnos y reservar libros en la Librería Pipo (que cada año nos presta este servicio). Tras el pago, la librería enviará los pedidos identificados al instituto para su reparto. Los descuentos serán este curso de un 30% + el cheque de nuestra AMPA Atasiel (cinco euros este curso). El proceso es bastante sencillo:

Fórmula para los pedidos

Durante esta semana, por mail, whatsapp, web de la feria, etc. se harán los pedidos de libros indicando NOMBRE Y APELLIDOS, CURSO Y CENTRO EDUCATIVO del solicitante.

Correo: libreriapipolucena@gmail.com

Whatsapp: 659 12 76 27

Web de la feria: https://ferialibropipo.com/

En la página web de la feria, en el apartado de categorías/reservas, se puede rellenar directamente un formulario con el pedido o bien pinchar el enlace al whatsapp donde se pueden solicitar los libros.

En esta web también puedes encontrar un catálogo, por si necesitas mirar, clasificado en distintas categorías.


Forma de pago

Cuando el pedido esté preparado, se comunicará al interesado la reserva de sus libros y su importe. Antes de la entrega, se debe abonar la cantidad indicada por bizum o haciendo un ingreso en la cuenta de la librería.

Entrega

Se establecerá un día de entrega en el Centro de los libros solicitados. Los paquetes individuales irán claramente rotulados con el nombre y el curso del destinatario para que el equipo de biblioteca les haga entrega de su pedido.

Descuentos

Como cada año, contaremos con un descuento de un 30% en cada libro (15% de descuento de la librería + 15 % aportado por nuestro centro). Además de eso, los socios del AMPA contarán también con un cheque descuento que se aplicará directamente en el precio del libro, ya que la librería dispondrá del listado de los socios del AMPA.


Os animamos a toda la comunidad educativa a participar y

damos las gracias a la Librería Pipo

y a la directiva del Ilíberis por hacerla posible.

¡Felices lecturas!


lunes, 9 de noviembre de 2020

La Puerta de la Poesía: "Manual de supervivencia para salir del nido", de Rosa Berbel, en Las niñas siempre dicen la verdad.

 MANUAL DE SUPERVIVENCIA PARA SALIR DEL NIDO

 

1. Hablar más de la cuenta. La calidad
sucede en la abundancia.
Cuídate del silencio de los otros.
2. Acumular tarjetas de visita
como valiosos restos arqueológicos.
Nunca sabes qué pueden revelarte.
3. No perdonar jamás a quien olvida
tus fechas importantes.
No acumules amores sin memoria.
(No olvidar este punto).
4. No simular congoja ni tristeza
cuando olvides las fechas importantes.
No acumules amores rencorosos.
5. Al menos una vez cada dos meses,
redescubrir objetos olvidados.
¿Sigue siendo posible, todavía,
la ilusión fantasmal de los descubrimientos?
6. No olvidar tus orígenes.
Escarba, si es preciso, la tierra de los parques
con manos de urbanita.
7. Mantener intachables los prejuicios.
Las cosas suelen ser, salvo excepciones,
igual que parecían.
8. Cuidar la superficie.
Líbrate de quien teme las fachadas.
El interior real de las cosas reales
provoca claustrofobia.
9. No tener nunca ganas de marcharse.
Decir adiós es triste y es mentira.
10. Dejar que entre la luz.
Deja que entre la luz
y te despierte.

Las niñas siempre dicen la verdad, Hiperión, 2018.



Rosa Berbel


miércoles, 4 de noviembre de 2020

La Puerta de la Poesía: un poema de Audre Lorde, de su libro "El unicornio negro".

 SALIR ADELANTE


Llueve desde hace cinco días

al correr

el mundo es

un charco redondo

de agua sin sol

donde las islas pequeñas

apenas comienzan

a salir adelante

un muchacho

en mi jardín

achica agua

de su parterre

al preguntarle por qué

dice

que las semillas jóvenes que no han visto el sol

olvidan

y se ahogan fácilmente.

Audre Lorde, 

El unicornio negro (traducción: Jimena Jiménez Real),

 Colección Torremozas, 2019.





lunes, 26 de octubre de 2020

La Puerta de la Poesía: "La mujer de Lot", de Wislawa Szymborska.

 La mujer de Lot

Tal vez miré hacia atrás por curiosidad.
Pero además de curiosidad pude tener otras razones.
Miré hacia atrás porque me dio tristeza la escudilla de plata.
Por distracción: amarrándome el cordón de la sandalia.
Para no mirar más la nuca justa
de mi marido, Lot.
Por la seguridad repentina de que si yo muriera,
él no se detendría
Por la desobediencia natural de los humildes.
Escuchando cómo nos perseguían.
Conmovida por el silencio, pensando que Dios cambiaría de idea.
Nuestras dos hijas se perdían ya tras la colina.
Sentí la vejez en mí. El alejamiento.
Lo inútil de viajar. Sueño.
Miré hacia atrás mientras ponía mi hatillo en el suelo.
Miré hacia atrás preocupada por el siguiente paso.
En mi camino aparecieron serpientes,
arañas, ratones de campo y polluelos de buitre.
Ni buenos, ni malos; simplemente lo vivo, todo,
brincaba y se arrastraba por un temor colectivo.
Miré hacia atrás por soledad.
Por la vergüenza de huir a escondidas.
Por las ganas de gritar, de regresar.
O porque justo entonces se soltó el viento,
desató mi pelo y me levantó el vestido.
Sentí que me veían desde los muros de Sodoma
y se morían de risa, una y otra vez.
Miré hacia atrás llena de rabia.
Para gozar plenamente su ruina.
Miré hacia atrás por todas las razones mencionadas.
Miré hacia atrás sin querer.
Fue sólo que una roca giró gruñendo bajo mis pies.
Que una grieta de pronto me cortó el paso.
En la orilla un hámster agitaba las patas delanteras.
Y entonces ambos miramos hacia atrás.
No, no. Yo seguí corriendo, arrastrándome y trepando
hasta que la oscuridad cayó del cielo,
y con ella grava ardiendo y aves muertas.
Por falta de aliento varias veces perdí el equilibrio.
Si alguien me hubiera visto, pensaría que bailaba.
Es posible que haya tenido los ojos abiertos.
Que haya caído mirando hacia la ciudad.


Wislawa Szymborska. (1997) El gran número, Fin y principio y otros poemas.




lunes, 19 de octubre de 2020

La Puerta de la Poesía: "Noche y día", de Ángeles Mora

Celebramos el Día de las Escritoras propuesto por la BNE con un poema de Ángeles Mora, "Noche y día". Este año, la celebración cuenta con el comisariado de Elvira Lindo que ha elegido el tema "El esfuerzo cotidiano de las mujeres".

NOCHE Y DÍA


Se apaga el día mientras llega

la noche lenta

de la que no quiero salir...

Prolongarla

hasta que me cierre los ojos

es un encargo irresistible

de mi temperamento sosegado.

Quizá me niego a que la vida pase

o llegue la mañana y sus mandatos.


La casa es un desorden rendido,

en la cocina duermen

los platos, cacerolas desmadejadas.

En cambio libros por leer me llaman,

vivos, desde la mesa,

folios en blanco.

Quiero tan sólo que el reloj se olvide.

Recuerdo las cuartillas

donde mi padre escribía cartas

por las noches, mi madre

las firmaba también, dejando

un instante botones y zurcidos

o el ganchillo de las veladas mustias.


Nunca quise hacer ganchillo,

prefería leer el periódico

o escribir garabatos a la luz de la lámpara.

Aprendí a amar lo quieto, ser dueña de mis noches.


Los hombres no barrían la casa,

mi hermano entraba poco en la cocina,

yo hacía la mayonesa

o limpiaba el polvo para ayudar:

de día.


Ángeles Mora, Ficciones para una autobiografía, Bartleby Editores, 2015

martes, 13 de octubre de 2020

La Puerta de la Poesía: "La decisión de Odiseo", un poema de Louise Glück.

 

La decisión de Odiseo

El gran hombre le da la espalda a la isla.
Su muerte no sucederá ya en el paraíso
ni volverá a oír
los laudes del paraíso entre los olivos,
junto a las charcas cristalinas bajo los cipreses.

Da comienzo ahora el tiempo en el que oye otra vez
ese latido que es la narración
del mar, al alba cuando su atracción es más fuerte.
Lo que nos trajo hasta aquí
nos sacará de aquí; nuestra nave
se mece en el agua teñida del puerto.

Ahora el hechizo ha concluido.
Devuélvele su vida,
mar que sólo sabes avanzar.

(Del libro ‘Praderas’)




miércoles, 7 de octubre de 2020

Donación de la Fundación Sierra Elvira a la biblioteca

 

La Fundación Sierra Elvira ha hecho una generosa donación de libros para nuestra biblioteca. Estamos preparándolos para que pronto, con todas las precauciones, podáis utilizarlos. Entre ellos, tenemos también un lote de una edición de relatos de ciencia ficción escritos por alumnos/as de Atarfe que hizo la propia Fundación. Queremos desde aquí dar las gracias a Marcos Lamolda y a todos los socios/as por su generosidad y deseamos poder invitar pronto a toda la comunidad educativa a disfrutar de estas lecturas. 






lunes, 5 de octubre de 2020

La Puerta de la Poesía: "A una mesa", de Ana Ilce Gómez

 


A UNA MESA


Esta mesa fue de mi abuelo.
Sobre ella más de una vez reclinó su cabeza
y durmió largas siestas
donde se mezclaban viacrucis tormentas
toques de queda
y mujeres furtivas que se marchaban a la nada.

Esta mesa fue de mi padre.
Sobre ella pintaba pájaros y vírgenes
y naturalezas vivas
y mi madre aplanchaba sobre ella
con la plancha de carbón.

¿Quién era más triste
la plancha, el carbón o mi madre?

Mía fue también esta mesa
y sobre ella escribí un día estos versos
que nadie se atrevería a publicar.

Cada generación tiene su historia.
Cada sueño su raíz. Cada mesa es como
la palma de una mano. Sus líneas
nos pueden revelar en el momento preciso
de dónde proviene
la madera de los sueños
la nostalgia de las manos
o el lenguaje cifrado
del corazón.

ANA ILCE GÓMEZ, poema de No moriré al morirme, incluido en Poesía reunida, Editorial Pre-Textos, 2018.

lunes, 28 de septiembre de 2020

La Puerta de la Poesía: un poema de Walt Whitman.

 


Me he dado cuenta de que basta estar con los que uno quiere,

Me basta demorarme al atardecer con aquellos que quiero,
Me basta sentir cerca la hermosa carne, la carne que es
curiosa, que respira y que ama.
¿Pasar entre la gente y tocar alguno, o rozar con el brazo el
cuello de un hombre o de una mujer, no es
esto mucho?
No pido otra alegría, nado en ella como en el mar.
Hay algo en estar cerca de hombres y de mujeres y de
mirarlos, y en su contacto y en su olor, que es grato
al alma,
Todas las cosas son gratas al alma, pero esta es la más grata.





WALT WHITMAN, Hojas de hierba, 1855.
Traducción de Jorge Luis Borges

(Seleccionado por Dª Andrea Villarrubia, 

antigua profesora de Lengua Castellana y Literatura del IES Ilíberis) 













lunes, 21 de septiembre de 2020

La Puerta de la Poesía: "La poesía es un arma cargada de futuro", Gabriel Celaya.

 LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO, Gabriel Celaya.





(De Cantos iberos, 1955)

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmando,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque a penas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica, qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra, son actos.