Lejos, al otro lado de los mares, hay una isla
donde el crepúsculo
es un bosquecillo de palmeras cimbreantes
dibujado en el sol.
Y a lo largo de la ribera y de los arrecifes,
azules olas relucen en la rompiente.
Allí iré
cuando haya terminado con todo.
¿No tengo en mi mente una isla
o un castillo en España
a donde volver
cuando la vida me castigue?
¡Arriba, oh espíritu haragán! Busca lejos
de aquí nuestro bosque en la montaña
o navega hacia una isla encantada,
arriba a la bahía de mis sueños.
ROBERT LOUIS STEVENSON, Cantos de viaje, Mondadori, 1998.
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