EL TRIUNFO DE AQUILES
En la historia de Patroclo
nadie sobrevive, ni siquiera Aquiles
que era prácticamente un dios.
Patroclo se le parecía; usaron
la misma armadura.
Siempre en estas amistades
uno sirve al otro, uno es menos que el otro;
la jerarquía
resulta siempre evidente, aunque no podamos
fiarnos de las leyendas:
proceden siempre del superviviente,
de aquel que ha sido abandonado.
¿Qué eran los navíos griegos en llamas
al lado de esta pérdida?
En su tienda, Aquiles
lo lloraba con todo su ser
y los dioses vieron
que era ya un hombre muerto, víctima
de la parte que amaba,
la parte que era mortal.
LOUISE GLÜCK (1980 y 1985), Figura descendente. El triunfo de Aquiles, Visor, 2021
Traducción de Andrés Catalán.
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