Charla con lectores sobre LIJ

Nada mejor para celebrar el día de la Literatura Infantil y Juvenil que hablar con sus lectores o lectoras. Estas son las conclusiones que hemos sacado tras la charla que hemos mantenido con varias alumnas de bachillerato sobre sus hábitos de lectura: 

-Formato de lectura utilizado: siguen prefiriendo el papel para los libros que les gustan. Utilizan el formato digital para libros académicos, lecturas obligatorias o para comprobar si alguna novedad les llama la atención antes de comprarla. 

-Género que más leen: narrativa, aunque reconocen que está muy de moda la prosa poética y que algunos títulos les gustan, no todos.

-Adquisición del hábito lector: papel fundamental de las madres (y de las familias en general), tanto en la adquisición del hábito de lectura, como en la animación a la lectura, incluso ejercen como guías de lecturas. La visita a librerías o bibliotecas también está relacionada con el despertar del gusto por la lectura. Nunca se han sentido en sus casas obligadas a leer. 

-Lecturas de las que han disfrutado: Harry Potter, Invisible de Eloy Moreno, toda la obra de Laura Gallego, Javier Ruescas, Sabaa Tahir (Una llama entre cenizas), Jonh Green, Javier Castillo (El día que se perdió la cordura)...


-Lecturas obligatorias en la escuela: prefieren la lectura libre. Reconocen que depende de cómo te “vendan” el libro, no es igual ofrecerlo como algo atractivo que ofrecerlo como un título obligatorio para ser evaluado. Hay que premiar en la nota las lecturas para darle valor. Hay que leer más en clase, les gusta que leamos en clase y que el profesorado les ayude a entender aquello que les resulta difícil cuando se trata de textos clásicos o difíciles para ellos/as.

-Sus guías de lectura: Youtube. Javier Ruescas y otros booktubers. Buscan por internet libros con buenas referencias. Los expositores en las librerías (información de la contraportada). 

-Papel de los centros educativos: Piensan que se llega al centro siendo lector. También reconocen que si se les ofrece algo que les guste, eso les anima a leer más. Cuando en las casas no se lee, el papel del centro educativo o de las personas que allí se encuentran, es más decisivo.